Nuestro planeta, Natacha

6:21 p.m.


El maestro Luis Pascentti (www.luispescetti.com), nos presenta su libro titulado “Nuestro planeta, Natacha”, el cual forma parte de la colección ‘Natacha’. Editado por Alfaguara Infantil.
La historia gira a través de Natacha, una niña curiosa (de la cual no se sabe con exactitud su edad) quien junto con las personas más cercanas a ella (su mejor amiga Pati, compañeros de escuela, su Miss Greichu, papás, abuelita y su perro Rafles), quienes con lenguaje coloquial nos relatan divertidas experiencias en temas como El Planeta y el calentamiento global, el correo postal y el correo electrónico, la amistad, el enamoramiento, la visión que los niños tienen de los adultos y su interacción con ellos, entre muchos otros. 

Lo valioso es como Natacha y su generación viven, cuentan y resuelven estos conflictos, desde su propia perspectiva.
Rafles, no sólo es la mascota de Natacha, es “su hijito”  (practica con la mascota a ser ella mamá), su compañero incondicional, que le ayuda a desarrollar monólogos que intentan llevarla a la reflexión, al perro le cuenta sus alegrías, tristezas, anhelos y cariños.
Muy elocuentes y a veces únicas las expresiones del autor para describir, destacar y profundizar gestos y actitudes de cada personaje; por ejemplo,  Natacha ojos finitos, hilito de voz, todasonrisa (escrito todo junto), se cayó el sistema o Paciennnnncia.


Mis reflexiones:
- Nunca terminé de entender al tipo de niños al que está dirigido el libro. Al principio me pareció más infantil que juvenil, hasta que trata el tema del enamoramiento.
- El estilo, me pareció innovador pero complicado para un niño, quizá subestime su capacidad y se debe a no tener uno cerca de mí. Y me refiero a la narrativa tipo guion en donde, por sí solo, ya es complicado y que ponga los nombres de quien habla e interviene al final, ocasionó en mí, poner el doble de atención. Algunas partes las tuve que volver a leer para saber quién decía qué.
-Las ilustraciones juegan un papel bien importante, la portada puede ocasionar que el lector crea que Natacha es una niña pequeña, pero conforme se avanza en la lectura, las imágenes cambian la ternura y lindura de la cara de los niños.
- Cuando comencé con la desubicación de no saber la edad de Natacha, intenté adivinar su inocencia y predecir sus acciones sabiendo el año escolar que cursaba, pero no pude recordarlo. Me da la impresión que Natacha es niña de primaria -me atrevo a decir que no pasa de tercero de primaria-, que sueña con ser estudiante de secundaria (cuando organizan la clase de Yoga,  le ponen algo de secundaria al nombre donde 'realizan' Yoga).

El buen sabor de boca que este libro me deja, nace de la pregunta con la que Pati y Natacha debaten:

¿Cómo sabemos la diferencia entre si es la gravedad o el cariño por lo que nos acercamos?

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