Espejo retrovisor de Juan Villoro

8:12 p.m.


Hace mas de dos años que vengo leyendo la columna del escritor Juan Villoro en el periódico Reforma. Viernes a viernes se pueden leer tanto crónicas como opiniones. Sus mejores crónicas son aquellas donde algo le molesta y su columna termina siendo un desahogo o una queja, sus mejores opiniones son aquellas que tienen que ver con el fútbol o con la facturación electrónica. Es así como se apetecería leer su libro “Espejo retrovisor” editado por Seix Barral; si dos años de lectura semanal pueden resultar gratas, un libro con lo mejor de sus cuentos y crónica recopiladas desde hace 30 años, podría sonar atractivo. 

La experiencia no resultó ni grata ni divertida. Para no ser tan rudo, quizá debería recurrir a la técnica de John F. Kennedy: para alagar a un escritor, habría que escoger el peor de sus libro y elogiarlo. A reservar del cuento “Confianza” con el cual se le da la bienvenida al lector, lo demás podría no ser lo mejor. Quienes hemos leído su novela “La casa pierde” editado por Alfaguara y “Los culpables” editado por Almadia, veremos mucho material conocido. 

La segunda mitad del libro, dedicada a la crónica, no sólo me cayó de peso por retomar el tema del movimiento zapatista, sino que fue muy contrastante con la primera sección. Aquellos años de periodismo del escritor dedicados a la caravana del EZLN y al análisis de las líneas discursivas del subcomandante Marcos, bien podría quedarse en un espacio semanal, tal como resulta en el periódico reforma. De no ser porque asocio un viaje a la playa “Boca del Cielo” en Chiapas mientras que del otro lado del estado sucedía la matanza en Chenalhó, y que al leer los diarios se sabia que el presidente de la república creía que el estado de Chiapas estaba de manteles largos por el fin de año; la mayoría de las crónicas me han parecido con cierto grado de fanatismo y hasta con dedicatoria a las escuelas y centros de la UNAM que educaron bajo el sistema “autogobierno”. Recordé incluso que mi abuela había ofrecido su casa a la caravana del EZLN para alojar a guerrilleros en su visita a la rectoría de la UNAM. 

Gracias a que el autor dejó para el final las crónicas que abordan temas como Mick Jagger de los Rolling Stones y Hamlet de Shakespeare, no hubiera terminado el libro, este que en su contraportada dice: 

A este mosaico de piezas escogidas, un volumen fundamental tanto para los conocedores como para quienes se acercan por primera vez al trabajo de uno de los escritores contemporáneos más leídos y admirados de Hispanoamérica.

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