Cierro el 2011 con la lectura de “La trama de la vida… una nueva
perspectiva de los sistemas vivos” de Fritjof Capra. Se trata de un libro
obligado para los biólogos, cibernéticos, ingenieros y psicólogos. En repetidas ocasiones
te hará mover la cabeza de arriba abajo como una señal de afirmación por aquel
conocimiento que has obtenido y quizá nunca habÃas podido describir; sin duda
te lleva a entender lo distante y cercano que están los conceptos: “mente” y “cerebro”.
Desde que Brenner hiciera públicos sus primeros comentarios sobre el nuevo
lenguaje para comprensión de los complejos y altamente integradores sistemas de
vida. Distintos cientÃficos le han dado diferentes nombres: “teorÃa de los sistemas dinámicos”, “teorÃa de la complejidad”, “dinámica no-lineal”, “dinámica de redes”, etc. Los atractores
caóticos, los fractales, las estructuras disipativas, la autorganizacón y la
redes autopoiésicas son algunos de sus conceptos clave.
Este planteamiento de la
comprensión de la vida es seguido por sobresalientes investigadores y sus
equipos en todo el mundo. No obstante, es el autor de éste libro quien hasta
ahora ha propuesto una sÃntesis completa que integra los nuevos descubrimientos
en un único contexto, permitiendo asà al lector común su comprensión de modo
coherente, o por lo menos es el reto que la autor se propuso con la publicación
de éste libro.
Este libro trata de una
comprensión cientÃfica de la vida en todos los niveles de los sistemas
vivientes: organismos sociales y ecosistemas. Se basa en una nueva percepción
de la realidad con profundas implicaciones no sólo para la ciencia y la
filosofÃa, sino también para los negocios, la polÃtica, la sanidad, la educación
y la vida cotidiana.
Además de compartirles mis
impresiones al leer este libro, me gustarÃa compartirles cómo me interesé por
él. Me lo recomendó el Act. Carlos Cadena quien se encuentra afinando detalles
de su tesis de doctorado, proponiendo un algoritmo para agentes autopoiesicos
que ayuden en la auto-creación de reglas en firewalls y detectores de intrusos,
con esto, los sistemas que actualmente se usan para seguridad perimetral de una
organización, no tendrán que actualizarse cada vez que se descubran nuevas
vulnerabilidades en los sistemas informáticos y aislar posibles intrusiones.
El planteamiento anterior, se
basa en lo que los cientÃficos chilenos, HumbertoMaturana y Francisco Varela
bautizaron como: Autopoiesis. Y todo se remonta de la inquietud del neurocientÃfico
Maturana por encontrar respuestas a
dos preguntas: ¿Cuál es la organización
de lo vivo? Y ¿Qué sucede en el fenómeno de la percepción? Maturana se
debatió con estas cuestiones durante casi una década y su rasgo genial consiste
en haber encontrado una respuesta común a varias. De dicho descubrimiento,
Maturana sacó dos conclusiones. Partió de que la hipótesis de que la “organización circular” del sistema
nervioso es la organización básica de todos los organismos vivos “Los sistemas vivos (…) [están] organizados
en un proceso causal circular cerrado que permite el cambio evolutivo de modo
que la circularidad sea mantenida, pero que no admite la pérdida de dicha
circularidad”.
A principios de los años setenta,
Francisco Varela se percató de que las secuencias paso a paso de los autómatas
celulares, que resultan idóneas para simulaciones por computadora, le ofrecÃan
una potente herramienta para la simulación de redes autopoiésicas.
Efectivamente, en 1974 Varela consiguió construir la simulación informática
adecuada, junto con Maturana y el
cientÃfico informático Ricardo Uribe.
Su autómata celular consiste en una cuadrÃcula en la que un “catalizador” y dos clases de elementos se
mueven aleatoriamente e interactúan unos con otros, de tal modo que pueden ser
producidos más elementos de las dos clases, otros puede desaparecer y algunos
pueden unirse para formar cadenas.
Usando el mismo principio de los
cientÃficos chilenos, considero que podrÃa tomarse como el futuro de hacia
donde van los autómatas y agentes inteligentes. La mejor forma de imaginármelo es
con lo que ha venido haciendo el proyecto honeynet para alimentarse de
información sobre las técnicas que los hackers están utilizando para vulnerar
equipos informáticos. Me parece entonces, que la implementación de algoritmos
autopoiesicos, ayudará a identificar cuándo un intruso ha vulnerado un equipo,
pero la mejor parte será que, basado en información de ataques anteriores, se
podrá aislar la nueva intrusión hasta obtener nueva información que precise
cómo sucedió el actual ataque. Quizá hasta aquà no hay nada novedoso, pero no hay
que perder de vista, que la diferencia de hacer uso de la autopoieses, es que
todo lo anterior se podrá hacer de forma “auto”,
es decir, sin la intervención humana y mejorándose a medida que sucedan las
cosas.